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Chassé, Octubre 2013
Al revisar la
bibliografía contemporánea sobre los Bailes de Salón, resulta imprescindible
recurrir a títulos norteamericanos como la Revista LIFE: en 2013 se cumplen
sesenta años de una portada publicada en 1943 y que daba a conocer a los
lectores los ritmos vinculados con el Swing, llevados a la pista de baile
social por parejas de bailarines entre las que destacó Frankye Manning, “The
Ambassador of Lindy Hop”. Esta portada, sigue plenamente vigente, puesto que en
2013, el “revival” de los Ritmos Norteamericanos de los años 30-40, tales como
el Lindy Hop, el Shag, el Balboa…, es toda una realidad en España: las pistas
de baile dedicadas a los Bailes de Salón ven cómo llegan nuevos adeptos a estos
ritmos, que también son amantes de grandes clásicos como el Fox-Trot, el Swing
y la Variación del Swing, además del Rock and Roll sesentero, las innovaciones
que llegaron en los años 80 de la mano de John Travolta, como el Hustle, o las
más tardías y redescubiertas a finales del S. XX y principios del S. XXI, el
West Coast Swing o el Country Line –en su versión de pareja o versión single-.
Los Ritmos
Norteamericanos forman parte del gran universo de los Bailes de Salón, que
también engloban los Bailes Latinos y otros como el Pasodoble y todas las
versiones del Vals –Vals Vienés, Vals Inglés, Vals Francés o Pericón, Vals
Criollo o Valsecito-. En su versión social y popular, los Bailes de Salón están
de moda desde hace un siglo, y nos sorprenden cada década con la llegada de
nuevos bailes o la recuperación de otras formas de bailar más desconocidas. En
la actualidad, existen colectivos impregnados al máximo de los ritmos y la
estética surgida en torno al Tango Argentino: los “tangueros” se deslizan por la pista gracias al Tango, la
Milonga o el Valsecito, aunque el repertorio bailado puede ampliarse a formas
de bailar menos popularizadas como el Tango Canyengue o la Milonga con Traspié.
Por su parte, los
Ritmos Latinos siguen generando nuevas opciones para bailar en pareja: junto a
las omnipresentes Salsa Cubana y Salsa en Línea, el Merengue o el Cha-cha-chá, la
Bachata en su versión “sensual” va ganando terreno entre los aficionados,
aunque son los ritmos que fusionan estilos o músicas y pasos que provienen de
diferentes bailes los que hacen suspirar a los “latimaníacos”: la Kizomba
angoleña causa furor entre estos bailarines, que también se decantan por las
recién llegadas, la zigzagueante Tarraxina, la trepidante Semba, o la fusión
entre la Bachata dominicana y el Tango
Argentino, que recibe la denominación de Bachatango.
Las
posibilidades para bailar en pareja son más que amplias… pero, ¿qué tiene una
pista de baile que no tenga otra alternativa lúdica? La respuesta: ¡TODO!. Las
mil posibilidades que te ofrece el abrazo compartido en pareja te permiten
adentrarte en un nuevo mundo de experiencias y sensaciones… músicas y pasos…
piruetas y nuevos compañeros… ¿Quieres dedicarte un tiempo en el que lo
principal sea cuidarte y hacer nuevos amigos? No lo dudes, las clases de Bailes
de Salón te permitirán ampliar tu cultura general y musical, mover distintas
partes del cuerpo a través de más de treinta ritmos, y abrirte a un nuevo
espacio social en el que prevalecen las ganas de disfrutar de la vida de forma
colectiva, en un ambiente sano y cargado de positividad.
¿Tú también te sumas a la Bailedesalonmanía?